La practica del Yoga
Como sabemos, esta disciplina cuenta ya con muchos seguidores en Asia y Europa, y en México gana adeptos todos los días. En este caso, se defiende una práctica de ésta conjuntada con los beneficios de reír, que para la sabiduría popular, valga la redundancia, la risa es el alimento del alma.Y es que cuando nos reímos, activamos unos 430 músculos de nuestro cuerpo, de los cuales, algunos sólo se ejercitan cuando lo hacemos a carcajadas. A su vez, los pulmones trabajan hasta con el doble del aire con el que funcionan habitualmente, se relajan los músculos lisos de las arterias, reduciéndose con ello la presión arterial, y se tonifican los músculos que hay en el rostro.
Por ejemplo, Irma Azomoza (de la Universidad de Puebla), estudió el yoga de la risa en la India, bajo la instrucción del propio Kataria. Actualmente, imparte cursos de la disciplina en el Centro de Desarrollo Transpersonal Instituto Universitario AC.
En este caso, científicamente se ha demostrado que cuando reímos, el cerebro provoca que nuestro cuerpo segregue endorfinas. De hecho, una simple sonrisa emite una información que activa la liberación de esa hormona, la cual tiene la capacidad de aliviar el dolor.
Estas bondades no pasaron inadvertidas para el doctor Kataria, originario de la India, quien con base en el Hasya Yoga, diseñó hace unos 10 años cierta disciplina en la que se combinaban la respiración y la risa. El resultado fue el Laugther Yoga o yoga de la risa.Los buenos resultados de su combinación hicieron que esta práctica se extendiera a países de Europa, Asia y América, en este caso, Canadá, Estados Unidos y México. Ríe y respira
Irma Azomoza, con maestría y doctorado en psicología clínica (egresada de la Universidad de Puebla), estudió el yoga de la risa en la India, bajo la instrucción del propio Kataria. Actualmente, imparte cursos de la disciplina en el Centro de Desarrollo Transpersonal Instituto Universitario AC.
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